POESÍA

           

Lo bueno es ser poeta,
que el serlo bueno
es un sentir libre de otros,
y en nada atañe
al libre sentir de uno.






FÉLIX FERNÁNDEZ MONTES



ESTANDO EN TI (I)


POEMAS


PRIMERA EDICIÓN



EDITORIAL  FEIJOÓ
MADRID – 2006





A Bea


Estos versos, excepto el primero
que es un poema de juventud como presentación,
fueron en su mayoría compuestos entre febrero y agosto del año 2006




                     Edición autorizada para
                      EDITORIAL FEIJOÓ
                 Primera edición 5 - VIII - 2006

                                  Félix Fernández Montes






                             PRINTED IN SPAIN

Edición conmemorativa del 47 aniversario de Beatrid de Pedro
        Acabado de imprimir el día 5 de agosto de 2006







INDICE

  1  Loco 
  2  Un Cuento Para Bea 
  3  Suya Es La Voz 
  4  De Ida Y Vuelta 
  5  Aunque Estés Dormida 
  6  A Vueltas 
  7  Fue Asi Como 
10  Santa María del Naranco 
11  Se Me Rompió El Alma Toda 
12  Para 
13  El Machote Joven 
14  Si De Mi Baja Lira 
                Del Amor 
                Del Poeta 
                De La Primavera - 1  
                De La Primavera - 2  
15  A Veces No Es Mejor Lo Más Sencillo 
16  A Miguel V 
17  Es Ingenuo Mi Verso 




            1

           LOCO

¡Cogedle! ¡Atadle!
¡Pronto! ¡que no escape!
que colgado de los pulgares,
de algún pino olvidado,
sea pasto de las aves más feroces.

El loco soy.
Pero de los que aquí están
soy el único capaz de urdir mentiras
con el dorado hilo de los sueños.
De saltos mortales y ejercicios,
con un duro de plata entre los dientes,
hago pequeños a artistas y bufones
de gran esfuerzo y merito.
¡Vamos! ¿Quien me va a querer?

¡Cogedle! ¡Que no escape!
¡Que sea pillado a un cepo!
¡Que sentado en su cabeza el de más peso
le arranque diente a diente la palabra!
Que abiertas las entrañas, pero vivo,
sea fiesta de cerdos y alimañas!
¡Que no escape!

El loco soy
mas de los que aquí están
soy el único capaz de cortar trigo
con el filo por encima de la espiga,
tañer flautas con sones naturales,
hacer lupig en charcas cristalinas
y hacia la tarde
escribir versos tan tristes
que entreveren el alma a las estrellas.
¡Ea! ¿Quien me va a querer?

¡Cogedle! ¡Sepultarle en una sima!
¡Que se dore poco a poco a fuego lento!
¡Que trabaje!

El loco soy
Y de los que aquí están soy el único
que aun no tiene novia para este verano.
¡Mis dos monedas de chocolate por un beso!
¡Mi flauta nueva por una sonrisa!
¡Vamos! ¿quien las va a querer?


 
                    2
 
UN CUENTO PARA BEA


Un punto y una línea se encontraron

en un espacio en blanco indefinido

­Hola dijo la línea. ¿Quien eres tú?

­Yo soy un punto ­dijo el­
soy el principio

­Y que haces ­dijo ella.

­Tan solo ser, estoy aquí,
y según donde me encuentre
tengo un significado
muy distinto.
¿Y tú quien eres?

­Una línea ­le dijo ella orgullosa ­,
en mi hay miles de puntos contenidos.
¿A dónde vas? ­le preguntó.

­A ningún sitio ­contestó­,
yo soy un punto.  Los puntos
estamos siempre detenidos.

­Las líneas siempre somos viajeras,
tenemos dirección vamos a un sitio.
Tú eres pequeño.
No tienes movimiento
­le dijo la línea muy estirada

­No lo creas, ya lo se,
parezco poco,
más si te fijas bien,
soy todo un mundo.
Soy básico, esencial,
soy el principio
de toda geometría,
y donde me halle
hago del plano
un lugar con sentido.

Creo emociones
produzco vibración.
Y si me junto con otros
hago ritmo.

­Yo soy dinámica
avanzo hacia otros sitios.
Me voy o vengo
según a donde miro.

Cuando estoy recta
soy  la esencia elemental
y pura del movimiento continuo.
Soy fría o caliente
según yazga o me yerga.

Hago del plano espacio,
si me curvo.
Soy el volumen.
Convexa o cóncava,
ensalzo o sumo,
según sea mi capricho.

Y si estoy quebrada
indico direccion,
transporto a quien me mira
a otros lugares,
abro infinitos mundos
de esta suerte.

­Viajemos juntos
­le dijo al punto,
el punto enamorado­.

­Vale ­dijo la línea­,
ven conmigo

­¿Dónde me pongo? ­dijo el­
¿Arriba, abajo,
adelante, detrás?

­En cualquier sitio,
probarlo todo
será más divertido.

Y juntos fueron
creando los horizontes
de un vasto azul,
de rojos y amarillos.
Pintura y poesía
fueron juntos.

(Agradecimientos: a Beatriz de Pedro, por su inspiración; y a Kandinski por su sudoración teórica)


 

                   3

      
SUYA ES LA VOZ

Suya es la voz, y es suya la palabra
que brota de mi lápiz compungido,
por no ser el arado que ahora labra
su cuerpo, sino un papel dormido.

Papel maldito, de que forma macabra
dejas que te acaricie, sin sonido,
sin muestra de mi amada que se abra,
sin un grito de amor, sin un gemido.

Prendido me quedé de su cintura.
En mi quedó latiendo su reflejo.
En cambio en ti, papel, todo se estrella.

Perdido en el portal de su hermosura,
me vierto a ti esta noche que estoy lejos.
Maldito seas papel, que no eres ella.

                        ----------

Maldito seas papel, que entretenido
en ti me sumo, me consumo y pierdo.
Devanas mi deseo en pobre recuerdo,
lejos de si,  fuera de su sentido.

En tu silencio cruel y desmedido,
muere mi dolencia de amor. De lerdo
es echar margaritas para un cerdo;
se vuelve estrafalario el contenido.

Mi anhelo de querer no encuentra cura
en ti siempre zozobra su destino.
Enfría tu indolencia mi centella.

Haces de mi pasión abreviatura,
perdida en tu reverso blanquecino.
Maldito seas papel, que no eres ella.

                     ----------

Maldito seas papel, que no eres ella.
Que no tienes ni rostro ni figura.
Que no tienes el brillo que fulgura,
al fondo de sus ojos como estrella.

Maldito seas papel que mi epopeya
termina en tu silencio su andadura,
naufraga contra ti toda dulzura,
Amor no deja en ti la menor mella.

Se vuelcan mis palabras en tornado,
al blanco de tu vientre frío y duro,
insensible cristal a mi querella.

Tuyas no son, son a mi ser amado,
a su seno lunar, caliente y puro.
Maldito seas papel, por no ser ella.

      
           

 


                           4

             DE IDA Y VUELTA

De ida y vuelta los caminos de la vida
me tienen totalmente trasegado.
De ida y vuelta pensé estar ya curado,
inmune para siempre de esa herida.
 
De ida y vuelta al punto de partida
me encuentro por tu ser resucitado.
De ida y vuelta mi amor desmesurado
me arrastra sin concierto ni medida.
 
De ida y vuelta pensé que estaba muerto
para mí el tiempo de la dulzura.
Para estar otra vez en tal estado.
 
De ida y vuelta me encuentro que no es cierto,
que existes, y es tanta tu hermosura,
que estoy completamente enamorado.

            


                
                    5

AUNQUE ESTÉS DORMIDA
   
Siempre te quedas tú
aunque estés dormida.

La curva de tu cuello, desleída
al borde del omóplato, es comienzo
al filo de tu espalda, ola perdida
en la rompiente beis de tu cadera,
marcando las mareas de tu sueño.

Siempre te quedas tú
aunque estés dormida.

Forma de formas.
Envuelta entre las sabanas conformas,
la forma confortante de tu forma.
Forma de curvas y ondas con tu forma. 
Luces y sombras con forma de tu forma
rendida a los misterios de Morfeo.
Forma de madrugada, amor de formas.
  
Siempre te quedas tú 
aunque estés dormida.
Todo lo invades. Lleno queda de ti 
el espacio, si no azul, a la alborada.
Del calor, en el aire, de tu nido,
esfera original,
en tu modo de génesis recogida.
Siempre te quedas tú  
aunque estés dormida.
  
            


                                6
                      A VUELTAS
A vueltas y más vueltas con la vida. 

A vueltas con el mundo por tratado.

A vueltas con el ser y la medida. 
A vueltas calendario deshojado. 
  
  
A vueltas con sentir mis sentimientos. 
A vueltas con feliz y desgraciado. 
A vueltas de oportuno y a destiempo. 
A vueltas con mi amor como un tornado. 
 
 
 
                    7
         CIUDAD AMIGA
Anduve tanto por aquella ciudad
que, conociéndome, las calles
culebreaban inquietas para que las paseara.
Y tanto querer me vieron
que me prestaron infinitas
mañanas luminosas 
para correr sus aceras. 
Presuroso trasiego pasado
por las calles de mi vida.
¿Era siempre de día?
¿Siempre verano?
¿O es el rescoldo 
que alumbra en los recuerdos?
dorando el sentir de lo que ha sido,
prestando falsa luz al claro-oscuro.
Anduve tanto por aquella ciudad
que, conociéndome, las calles
se quedaban quietas para que las pasara.
Y tanto pesar me vieron 
que las noches se hacían más oscuras 
para esconder mi pena.
Pasado pesar, paseando pausado
por las calles de mi vida.
¿Era siempre de noche?
¿siempre era invierno?
¿O son las sombras 
que nublan los recuerdos?
el polvo frío que quedó, 
cuando al mirar atrás,
hace ya mucho tiempo, 
dijimos una vez por vez primera: 
—¿lo recuerdas? fíjate, 
paso ya... hace más de veinte años—,
que se va posando más y más en nuestra alma?
Anduve tanto por aquella ciudad,
tanto fui filo de acera,
me abracé con tanta plaza, 
me emboscó tanta calleja
y tanto alero furtivo 
fue marco de las no-estrellas,
que se me prendió en el alma  
ese olor a vino suyo,
mejillón sobre patata, 
calamar y caña fresca.
A frito me huele el alma, 
a tabaco de taberna.
Como en sus portales huele 
a todos mis días de fiesta.
Al igual que en sus jardines, 
prendido en flores pequeñas, 
se detecta fácilmente 
olor a mis noches pena.
Tanto anduve por la ciudad aquella, 
como a mí me anduvo ella. 
Y tanto nos anduvimos, 
que quedaron nuestras huellas 
hace tiempo confundidas 
por nuestro andar sobre ellas.
 


 

                           8
          FUE ASÍ COMO
Fue así como se fueron perdiendo,  
una a una, cada una de mis vidas.
A golpes de destino y de fortuna.
A vueltas con azar y necesario.
Truncado y hecho la vida fui dejando
de huella y rastro a la siguiente vida.
Un necio iluminado en mi partida,
el mundo por montera, y como atillo
las manos dentro de los bolsillos,
y un silbo alegre empujando mis caderas.
Llego amor primero, y fue maravilla
tan total, y tanto tiempo esperada,
que a más alta ascensión mayor caída.
Murió del golpe la primera de mis vidas.
Emprendió la segunda su andadura
con los vientos de libertad primera.
Mantuvo Amor la llama mientras pudo,
ante ese afán por tanta vida nueva.
Tanto cruzó sus hilos el destino, 
que amor quedó enredado en su maraña.
Mi segunda vida murió de hogaña,
perdida por prendida en mil caminos.
La tercera murió de zalamera.
De no salir de lo que había nacido.
De ser suave y dulcemente en lo vivido.
De ser tiempo demasiado tiempo detenido.
De no ser promesa sino final cumplido.
La cuarta fue iniciar nueva partida.
Y por no dejar baza por perdida,
de vivido me fue el vivir la vida.
Amor, en esa estancia, se hizo olvido,
fundido en la caricia de los cuerpos.
Y bebí tan sediento y desmedido,
que pese a la pasión que ardió en el juego,
murió sin más, por perder su sentido.
La quinta renació de primavera.
Llena de juventud y con tal fuerza,
que fue vida de mayo muchos días.
Bien pudo Amor curarse las heridas,
tan dulcemente fue reverdecido. 
Pero murió también, por lo que ser debía.
Tenia que ser así: si no conciertan
los tiempos de las vidas, se hacen trizas.
La sexta, que surgió de sus cenizas,
con Amor todavía resentido,
se hizo fuerte de sueños compartidos. 
Diez bellos años fueron los vividos
por esa,  aun caliente, última vida.
Al final, al futuro sobre un plato,
encima de la mesa bien servida,
le llegó el tiempo de la partida.
Jamás Amor debe de ser pacato;
el plato se rompió de madrugada,
y quedó mi sexta vida destrozada.
En mi séptima vida, recién nacido,
siento aun colear las otras vidas.
Quien ahora soy, suma es de lo que he sido.
No estoy ni contento ni arrepentido; 
acato lo sabido por precepto:
que amor, imprevisible como el verso,
puede ser a la vez gozo y herida,
y hay que tener sus cuidados extremos,
al comenzar de nuevo en cada nueva vida.
 
 
                             9
SANTA MARIA DEL NARANCO
Alzada con tan fina cantería,
sillares con amor tan bien plantados,
al tiempo desafían tus costados,
mostrando sutil línea tu valía.
Rojo fulgor en el azul del día,
son tus altos perfiles destacados
por un fondo de montes, coronados
los picos albos por la nieve tardía.
La ingenua devoción de tú arquería
alza tu cielo en piedra abovedada.
Tu puerta abre el misterio del pasado.
Del Naranco amor eres Santa María,
con San Miguel tan bien acompañada,
por mil años a Oviedo has amparado. 
 
                            10
SE ME ROMPIÓ EL ALMA TODA
Se me rompió el alma toda, se hizo añicos,
se me quedó en mil pedazos destrozada.
Se me quebró, alma de luna, como espejo
se hizo trizas con un golpe de recuerdo.
¡Que azul y frías pueden ser las madrugadas!
¡Que pedrada la memoria sobre el alma!
cuando piensa en lo perdido, cuando escarba,
inclemente zapador de tiempos muertos,
en el pozo del pasado y sus fantasmas.
¿Como puedo dormir, noche sin alma, 
teniendo el alma rota en mil pedazos?
¿Como puedo dormir? ¡ay noche amarga!
¿Que voy a hacer hasta que salga el sol?
Un hombre ¿puede acaso dormir sin tener alma?
¡Hasta que salga el sol! Que noche larga,
que oscura y tenebrosa confusión,
mi pena negra en mil fragmentos reflejada.
Nada que hacer hasta que salga el sol,
ella despierte y recomponga mi alma
con su dulce sonrisa, sus buenos días,
su: “ya pasó, pasó, se terminó la noche, 
ya salió el sol duerme mi amor, descansa” 
  
 
                    11
  EL MACHOTE JOVEN
          Miscelánea


El Machote Joven
es rara avis cuya extinción
no peligra, por la propia fuerza
de la esencia de su ser descomunal.

El Machote Joven vive en las más
altas alturas
de campos y ciudades
donde crecen,
con fecunda profusión,
el recuerdo y el olvido;
de los que se nutre como alimento básico.

El Machote Joven se distingue
por su porte ágil y juvenil.
Y su compostura desmañada
va siempre  acompañada de
una elegancia natural
en andares,  estares y reíres.

El Machote Joven no lo es por edad
ni condición, sino resulta
de un estado superior
del alma profunda,
a pesar,
muchas veces,
del Machote Joven mismo.

El Machote Joven empuja
con arrojo de la vida,
construyendo
castillos
con sillares
de sueños,
tan flexibles al viento,
y bien casados
que, aunque amenace,
no hay tormenta tal
que rompa su guarida.

El Machote Joven reverdece
en la pereza de los días calidos,
y en la gula de los sentidos.
Por el contrario
fácilmente se alhariaga
con la envidia. La soberbia
y la ira, lo languidecen.

El Machote Joven siempre retoña.
Y aunque tendente
a sentirse acosado,
de adversidad o pena,
prontamente
se reconstruye a si mismo,
sondeando en el recuerdo
del almacén de ladrillos
de experiencia.

Aunque el Machote Joven guste
de soledad y recogimiento de si mismo,
es capaz de adaptarse con soltura
al ruido y la furia de otros lugares;
siempre aportando,
aunque sea su acomodo casi perfecto,
algo de luz
al frío oscuro de las noches más oscuras.

Pese a su natural tolerante,
amigo de aceptar todas las cosas,
El Machote Joven halita en su interior un gran carácter.
Y a veces,
no siempre,
ocurre
a veces
el Machote Joven se levanta aventiscado,
pero,
si se le permite,
su talante
se acomoda fácilmente
a lo largo de la mañana.

Tocado del atributo del afecto,
el Machote Joven, suele compartir
su guarida con otros animales,
con los que establece,
de forma inevitable,
relación
de cariño,
y cuida.

Siendo una especie nueva,
recién descubierta
al menos,
y dada la característica
del Machote Joven,
de alojarse
en los fondos de si mismo:
la verdad,
de muchos de los hábitos,
comportamientos,
y sentimientos
del Machote Joven,
sigue siendo un misterio
para el hombre.

De curioso modo el Machote Joven
resulta siempre ser del género femenino.


           13
 SI DE MI BAJA LIRA
                        1
              (Del amor)
   Ahora es la eternidad,
el tiempo es un instante detenido;
   quedó en cautividad
   su paso, recluido       
en el momento en que amor fue sentido.
                    ....
   Sin estar a tu lado
se vuelve cada instante un infinito;
   tal me tienes atado,
   nunca estoy de ti ahíto,
al día mismo tu amor se lo compito.
                  .....
   Llenarte de mi vino,
saberte toda en mí embriagada,
   y habiéndote en mi sino,
   tenerte de invitada
a mi calor todas las madrugadas.
                     .....
   Me prendo con tu risa,
me inflamo en los caminos de tu espalda,
   me avivo con la brisa
   del aire de tu falda,
mi cuerpo en tu océano se rescalda.
                      .....
   Sólo reposo, si 
me tocas con la luz de tu mirada.
   Descanso sólo en ti
   solo tú eres posada,
respiro para mi alma enamorada.
                     .....
   Para conseguir ser 
el simple quiero de tu libre albedrío,
   por que a tu parecer
   sea digno mi atavío,
visto de poesía mi amorío.
 
   ----------------------- 
                    
                        2              
             (Del poeta)
   Nació la poesía
del juego con el ritmo y la palabra.
   Sentido y armonía,
   para que el alma se abra,
trabaja el trovador que el verso labra. 
 .....
   El verso complicado
queda de tal manera deslucido
   por ser tan ilustrado,
   que se ve diluido
en líneas de palabras sin sentido.
 ....
   Curar los sentimientos,
heridos por las flechas de Cupido,
   formando pensamientos
   con verso bien medido,
quita la pena al hombre alicaído.
 .....
   Hacer un ejercicio
de métrica, que esté bien hilvanado,
   si muestra buen oficio,
   una vez acabado,
es premio del poeta apasionado.
 .....
   La lira cantarina
vuelve los pensamientos en cascada.
   Su música argentina
   cabalga acompasada,
haciendo de tristeza agua pasada.
 ....
   Muy bello es el soneto,
que con su grave acento el alma mira.
   Y también el cuarteto,
   en su sencilla espira.
Más si hay estrofa alegre esa es la lira
       ------------------ 
                  
  (De la primavera-1)
   En montes y quebrada
se escucha el canto final de la espera;
   el agua enamorada,
   lamiendo la rivera,
anuncia que llegó la primavera.
  ......
 La sombra rumorosa
de los verdes follajes de la higuera,
   y la tierra esponjosa
   del valle y la pradera,
anuncia que llegó la primavera.
.....
   El aire en la mañana,
jugando tibio con tu cabellera 
   al sol, que se hace grana
   a tan hora primera,
anuncia que llegó la primavera.
.....
   El vuelo presuroso,
de las aves que surcan por doquiera
   el cielo clamoroso,
   con pericia certera
anuncia que llegó la primavera.
 .....
   El olor de las flores,
pintando, con su presencia altanera,
   los campos de colores,
   de forma tan señera,
anuncia que llegó la primavera.
.....
   La entrañable camada,
oculta en la guarida de la fiera,
   que atenta a su nidada
   se vuelve zalamera,
anuncia que llegó la primavera.
.....
   El amor que a la gente 
transporta a la juventud primera,
   volviendo dulcemente
   la zafia en casadera, 
anuncia que llegó la primavera.
....
A todo ser viviente
llega este renacer aunque no quiera.
   Amor es inclemente.
   Y así de esta manera
se anuncia que llegó la primavera.
                 
------------------
                  4
    (De la primavera-2)
   La incordiosa picada
con que jode la siesta placentera
   de forma despiadada
   la mosca cojonera,
anuncia que llegó la primavera.
.....
La lluvia repentina 
arruinando la paella marinera
   al caer con inquina
   de forma traicionera 
anuncia que llegó la primavera.
   .....
La alergia, que aliada
con el asma, transforma aire en madera, 
   vuelve ojos en cascada, 
   y nariz en gotera,
anuncia que llegó la primavera.
   .....
El frío inesperado
que llega vespertino en forma artera,
   y el fuerte constipado
   que luego nos espera
anuncia que llegó la primavera.
   .....
El sol que, amigo otrora,
nos hace quemaduras de primera,
   sin crema protectora
   que alivie su lumbrera,
anuncia que llegó la primavera.
    .....
La recia granizada
arruinando la cosecha entera,
   cayendo cual pedrada 
   en huertos y sembrera,
anuncia que llegó la primavera.
   .....
El IVA atrasado,
que en la anual no admiten más espera,
   y que al ser declarado
   nos limpia la cartera,
anuncia que llegó la primavera.
   .....
Llegados los abriles
el tiempo es inclemente con cualquiera,
   creyentes y gentiles.
   Y así de esta manera
se anuncia que llegó la primavera.
 
                                     14
                       A Miguel V.
Ya se que en las palabras no hay sentido,
cuando Dolor se aloja en nuestra entraña.
Se vuelve el adjetivo desmedido,
tropieza el nombre, el verbo se enmaraña.
Memoria atroz, negándonos olvido,
nos hurga, dedo ruin, con feroz maña.
El ser solo es un sueño y nace herido,
condenado por esta suerte extraña. 
Ni Amor puede nada contra la muerte.
Títeres somos de este absurdo drama.
Nacemos ya con tal feroz castigo.
Pobres palabras mías, que triste suerte
contar los sentimientos del que ama.
¿Cuanto dolor cabe dentro a mi amigo? 
 ...
¿Como puedo pedir que te levantes,
siendo yo mismo un maestro de las penas?
será mañana como lo fue ayer antes,
mientras la vida corra por las venas.
Amor no es oscuro dolor errante, 
por procelosos mares de sirenas.
Amor es un sentir relampageteante, 
brilla vida en Amor de risas llenas.
Tú no eres tú, ni es sola tu querella,
quien te vivió conforma tu medida.       
Dejamos de uno en otro nuestras huellas.
Somos parte de ti. Eres parte de ella.
Así el tiempo es clemente con la vida.
Soy tú, eres yo, por siempre en las estrellas
 
 
       
                           15
 ES INGENUO MI VERSO

Es ingenuo mi verso y su medida,
a veces torpe, y otras más valiente,
es un reflejo claro de mi vida,
humilde luz de lo que fue mi mente.
Testigos: tierra y cielo a mi partida. 
Rendido, arena y  piedra entre la gente, 
pude aprender que la mayor herida,
es no vivir de un modo consecuente.
Para poder sentir que había existido,
hube de comenzar una y mil veces.
Mil veces más me fue Destino esquivo.
No es mi intención librarme del olvido;
se que al final  eres lo que mereces.
Para cantar que amo a la vida escribo.
Fin
 


Este libro se compuso
y terminó de imprimir en los talleres
GRAFICAS DE PEDRO
Feijoó, 10 Madrid
para el día 5 de agosto de 2006
y se tiraron 8 ejemplar





  
                            FÉLIX FERNÁNDEZ MONTES 
                    ESTANDO EN TI (II)
                                                 POEMAS
 PRIMERA EDICIÓN 
                                          EDITORIAL  ENRIQUE VELASCO
                                                     MADRID – 2007
 
 
Edición autorizada para
EDITORIAL ENRIQUE VELASCO
Primera edición 5 - VIII - 2007
Félix Fernández Montes
PRINTED IN SPAIN
Edición conmemorativa del 48 aniversario de Beatrid de Pedro
Acabado de imprimir el día 5 de agosto de 2007

 

 
  

ABeatriz de Pedro, a cuya inspiración y amparo,
a lo largo del curso 2006-2007, fueron escritos estos versos.
 
 



ESTANDO EN TÍ (II)



ÍNDICE
  1   Ser Poeta   
  2   Quimera 
  3   Antes De Tiempo 
  4   Se Nos Marcho La Risa 
  5   Quiero Estar En Tu Sueño 
  6   De Nada Vale 
  7   Vuelta y Revuelta el Camino 
  8   Tanto Tiempo Pasó 
  9   Ciucad Amiga 
10   Otoño Triste 
11   Viejas Glorias 
12   Aveces Grande                                 
13   Frio Y Calor 
14   A Aquel Que Fue Tocado Por el Rayo
15   Dejame Hacer  
16   A Trancas Y Barrancas  
17   En La Noche Cerrada 
18   Tú Quieres Y No Quieres Ser Tú
19   Transformación 
20   Bailando al Son 
21   Tantas Veces Pequé 
22   El Gran Celeste 
23   Máximo Enemigo 
24   LLuvia De Primavera 
25   Renovación 

 
           1
       SER POETA
Lo bueno es ser poeta,
que el serlo bueno
es un sentir libre de otros,
y en nada atañe 
al libre sentir de uno.
 
 
            2
       QUIMERA
Ya se que estoy buscando una quimera,
que no hay donde dar fin a mi locura,
al cabo ser quien soy no tiene cura,
mi tren sigue pidiendo más madera.
Llevo en la boca un sabor a hacedera, 
temiendo lo que el futuro augura,
a quien tomando vida por aventura,
se lanza, y cruza en rojo a la otra acera.
Al ¿qué será mañana? desafío;
yendo donde el viento empuja mi vela,
me salto la prudencia a la torera.
Tal es mí ser que roza el desvarío;
tomando la razón por bagatela,
curioso voy hacia lo que me espera.
 
                  3
             ANTES DE TIEMPO
Cayó el otoño triste antes de tiempo,
el cielo amaneció de nubes prietas
volviendo en gris los propios sentimientos.
Todo lo hizo confuso el día oscuro,
en su penumbra era difícil saber quien se era.
Cuando rompió a llover, 
aun no se cumplía el medio día.
Golpeó con gruesas gotas
la ráfaga rabiosa los cristales, 
y el cielo se desplomó,
en venganza liquida,
sobre campos y tejados.
Y nosotros allí, apenas despiertos,
aún apenas sin saber quien éramos,
nos quedamos con la lluvia desbordados.
Como el furioso arranque amenazaba, 
se volvió temporal triste todo el día.
El frío es enemigo de la risa.
La vida con el frío se aletarga:
todo humedad y frío tras los cristales,
tú y yo diluidos
en la laguna oscura 
de no saber aun muy bien quien somos.
Tuvimos que encender la chimenea.
Pero las estufas del alma  son de encendido lento,
y fue preciso esperar
hasta que el sol saliera al otro día.    
 
               4
    SE NOS  MARCHÓ LA RISA
Se nos marcho la risa.
Se escapó, alas de mariposa,
volando a ningún sitio
y nada pudimos hacer por detenerla.
Se fue una noche lúgubre
de penas viejas. Nos separamos
se quedó sola y se perdió, como nosotros,
perdidos también sin ella,
en la negrura de las estrellas tristes.
Lucen sin norte las estrellas compungidas.
No indican dirección, a nada llevan,
solo extravío al cabo de su camino.
Bien es sabido:
no es posible emprender viaje de esa manera,
sin risa no se llega a ningún sitio. 
Bien es sabido.
¿Dónde estará ahora la risa nuestra?
¿Se sentirá sola también como nosotros?
¿Tendrá miedo, también , como tú y yo sin ella?
Pobre risa nuestra ¿dónde estará? 
Era aun tan nueva
era, pese a sus brios, tan pequeña.
¿Tendrá frío, allá donde se encuentre,
o encontró quizá refugio en otros corazones?
A lo peor ya no podremos encontrarla.
A lo peor a muerto para siempre.
Más no creo,
era una risa joven, fuerte y sana,
era una risa llena de promesas.
No es tan fácil morir tan tontamente;
tan sólo se extravió, se fue a otra parte. 
En algún sitio andará, a buen seguro.
Si alguien la ve, que por favor nos la devuelva;
Que le diga que la estamos buscando.
Que sigue teniendo casa en nuestros corazones.
Es muy fácil reconocer: es una risa joven,
llena de vida, alegre como un niño,
que a buen seguro anda vagando sin sentido,
buscando algún camino de regreso.
Decidle que vuelva, que la queremos,
que la echamos de menos,
que estamos tristes por haberla perdido.
 
          
             5
    QUIERO ESTAR EN TU SUEÑO
Quiero ser de tu sueño enamorado,
seguirte allí, donde tan sola
te siento cuando duermes a mi lado,
 y ser tu cuidador y tu cuidado.
Si sueñas con el monte, ser el viento
lamiendo tus laderas, acunando
tus pastos de verano, susurrando,
secretos a las copas de tus árboles.
Si sueñas con la playa, ser la ola
ceñido a tu cintura, ser arete 
de espuma en tus tobillos, caracola 
oculta en tus arenas, ser el agua 
viajando los senderos de tu espalda.
Si sueñas ser tú el mar, yo seré barca.
Si sueñas ser la barca, yo tu vela.
Si eres la vela tú, me haré de viento.
Si te haces viento, yo seré tu nube.
Si quieres ser nube, me haré de gotas.
Y si eres la gota, entonces seré el cuerpo
mojado por la lluvia de tu sueño
Quiero ser en tu sueño enamorado
y seguir  junto a ti cuando te despiertes.
 
             6
                DE NADA VALE
Nunca vale de nada lamentarse
de lo que hicimos, fue o paso
de tal manera. Volver la vista a ayer 
arrepentido, es escarbar en las llagas del alma.
No hay vuelta atrás, furioso el mundo sigue,
ajeno a si fue en buena o mala hora
lo que una vez dijimos o callamos
o aquella decisión inoportuna,
que fatalmente persiste en la memoria.
Lo que ocurrió pasado queda sin remedio.
nada hay que hacer por más que revolvamos
el fondo atormentado del recuerdo.
Alumbra el porvenir lo ya vivido, 
vivir atrás nos sume en las tinieblas.
 
 
              7
  VUELTA Y REVUELTA EL CAMINO
Toda una vida tardamos 
en conseguir ser quien somos.
Por llegar a donde estamos
y sentir como sentimos,
vuelta y revuelta el camino.
Unas claro, otras cerrado,
ora ligero o cansino,
entre logrado y frustrado,
vuelta y revuelta el camino 
discurre hacia su destino.
Por la suave mansedumbre,
del la llanura serena,
alcanzando altiva cumbre,
o sumido en hondo abismo,
para llegar a uno mismo,
vuelta y revuelta el camino.
Volando a veces ligero
satisfecho de quien somos,
otras cargado de penas 
por no alcanzar acomodo, 
las más veces indoloro,
sin tristeza ni alegría
van transcurriendo los días, 
piedra, arena, a veces lodo.
Vuelta y revuelta el camino 
condenado a su imperante
llegar a ser lo que somos.
Para nacer, de este modo,
se tarda toda una vida,
Y es curiosa la partida:
todo el esfuerzo invertido
para alcanzarse a uno mismo
nunca resulta bastante:
toda una vida en nacer, 
para morir un instante.
 
 
               8
        TANTO TIEMPO PASÓ
Tanto tiempo pasó antes de nosotros,
y tanto pasará cuando partamos,
que es todo y nada nuestra esforzada vida,
Breve ilusión, fugaz destello, un soplo;
un parpadeo y pasa una existencia.
Fulgor o azogue, según como se mire,
se ve en su alma el hombre reflejado.
Cuantos vivieron antes de ti pasaron 
y todo pasará cuando partamos
Ayer fue hoy también de igual manera.
Así es la eternidad, todo es pasado;
según somos ya ha sido, nada espera,
mañana es entelequia sin sentido,
todo fué ayer, pues el ahora 
según está naciendo se ha perdido. 
Que leve eternidad:
en ahoras muertos queda 
perpetuamente el tiempo detenido.
Y es tan breve el ahora, son tan cortos 
los día de la vida, que más vale
abrir bien las ventanas de la mente,
dejar que las verdades nos penetren,
y aunque nos duela el alma el ser quien somos
-instante que se pierde, arena al viento-
estar y ser en ello dignamente.
 
 

            9
           CIUDAD AMIGA
Anduve tanto por aquella ciudad
que, conociéndome, las calles
culebreaban inquietas para que las paseara.
Y tanto querer me vieron
que me prestaron infinitas
mañanas luminosas 
para correr sus aceras. 
Presuroso trasiego pasado
por las calles de mi vida.
¿Era siempre de día?
¿Siempre verano?
¿O es el rescoldo 
que alumbra en los recuerdos?
dorando el sentir de lo que ha sido,
prestando falsa luz al claro-oscuro.
Anduve tanto por aquella ciudad
que, conociéndome, las calles
se quedaban quietas para que las pasara.
Y tanto pesar me vieron 
que las noches se hacían más oscuras 
para esconder mi pena.
Pasado pesar, paseando pausado
por las calles de mi vida.
¿Era siempre de noche?
¿siempre era invierno?
¿O son las sombras 
que nublan los recuerdos?
el polvo frío que quedó, 
cuando al mirar atrás,
hace ya mucho tiempo, 
dijimos una vez por vez primera: 
—¿lo recuerdas? fíjate, 
paso ya... hace más de veinte años—,
que se va posando más y más en nuestra alma?
Anduve tanto por aquella ciudad,
tanto fui filo de acera,
me abracé con tanta plaza, 
me emboscó tanta calleja
y tanto alero furtivo 
fue marco de las no-estrellas,
que se me prendió en el alma  
ese olor a vino suyo,
mejillón sobre patata, 
calamar y caña fresca.
A frito me huele el alma, 
a tabaco de taberna.
Como en sus portales huele 
a todos mis días de fiesta.
Al igual que en sus jardines, 
prendido en flores pequeñas, 
se detecta fácilmente 
olor a mis noches pena.
Tanto anduve por la ciudad aquella, 
como a mí me anduvo ella. 
Y tanto nos anduvimos, 
que quedaron nuestras huellas 
hace tiempo confundidas 
por nuestro andar sobre ellas.
 
 
                    10
                          OTOÑOS TRISTE
Llegó el otoño otra vez y nos quedamos tristes,
nos empapó la lluvia 
de las rendidas hojas amarillas,
nos caló hasta el tuétano.
Náufragos en la melancolía de las noches largas 
y los días oscuros.
Atrapados entre el adiós del verano
y la eminente llegada de la navidad.
Y como siempre, como no,  desprevenidos. 
La oscuridad y el frío nunca te encuentran preparado:
el corazón en sandalias,
la maleta de los recuerdos todavía sin deshacer,
la ropa de abrigo para los sentimientos al fondo del armario,
la bufanda para los dolores del alma, 
como siempre, imposible de encontrar,
y el parapenas perdido desde la primavera
quien sabe donde. 
Hay otoños dorados de nostalgia
y otoños directamente tristes;
este prometía ser de los peores.
Nubes cargadas de pesimismo 
cubrían a diario los cielos,
descargando constantes abatimiento 
mezclado con ráfagas de desconsuelo.
Tanta pena llovió que 
cuando se murió el gato,
y nos quedarnos, si cabe, aun más solos,
apenas tuvimos lágrimas para llorarle.
Hay otoños dorados de nostalgia
y malditos otoño asesinos de toda esperanza.
Cuando son así se anuncian tristes,
se advierten derramando pena,
te envuelven con su amargo manto de desolación,
hasta dejar aterida toda alegría.
Hay otoños dorados
y otoños directamente triste
como este, que anunciaba ser de los peores.
 
 
       11
   VIEJAS GLORIAS
¡Ay fuego encendido!
fueron tantas noches
de rojos nupciales
a tu dulce arropo.
¡Ay fuego encendido!
fulgor,  luna, alumbre,
fueron tantos cuencos
de amor compartidos,
tan largas las noches,
¡ay fuego encendido!
tan cortos los días.
Canción que fue y sigue
girando en tu hoguera, 
¡ay fuego encendido!
susurro de estrellas,
quedaron prendidas
las viejas canciones,
templando las almas.
En la noche negra
nos hacíamos niños.
¡Reaviva tu fuerza!
¡ay fuego encendido!
 
 
      

           12
         AVECES GRANDE
A veces grande, gigante como el roble
doscientas primaveras florecido,
la verde copa altiva acariciando,
melena al viento, la cúpula del cielo, 
es tu querer, aferrado a la tierra, 
profunda raíz que sujetar apenas puede 
ese tremendo afán de alcanzar lo infinito;
tan fieramente afianzado a ti mismo.
Otras por el contrario diminuto,
ínfimo estar caído de ningún sitio,
leve rodar en busca de acomodo,
hoja que el viento arrastra, tontamente,
en busca de un destino; la ansiedad, 
anhelo irreprimible de vivir, 
de ser pleno sentir de lo vivido,
llevándote detrás de lo imposible.
Como un sueño pasando hacia el olvido,
o como roble en la tierra asegurado,
penoso elegir: yendo o estando, 
vivir entre dos aguas dividido. 
Misión de hombre, trabajoso destino
ser barro y ángel al tiempo, nube y niebla;
llevar un Dios habitando dentro del pecho, 
y una existencia de efímero testigo.
 
 
 
       13
     FRIO Y CALOR
Del frío al calor
me encuentro en tu medida
de dicha a pena
me columpio en tu nido
Se despierta el sentir 
en los contrastes; frió y calor,
dichas y penas;
el sencillo vivir se hace más vivo.
No bien que somos
y ya estamos mudando,
según llegamos 
nos tira un nuevo arribo,
que sin ser ni siquiera deseado,
impide acomodo definitivo.
Alegría y pena,
el vaivén de las almas
que sufren los corazones perdidos
en: esta bien así,
no es suficiente,
quiero y no quiero,
me haces feliz,
me llenas de vacío,
contigo plenitud,
me siento sola, 
te encuentro,
no estás nunca
cuando te necesito.
Frío y calor
¿Se despierta el sentir en los contrastes?
o es sinrazón, extraño desvarío
que sufre el alma inquieta por destino
de ser así, anhelo irrefrenable,
irresistible ansiedad de lo infinito.
Frío y calor,
de dicha y pena,
se nutren los corazones perdidos.

 
 
                14
   A AQUEL QUE FUE TOCADO POR EL RAYO
A aquel, que de la vida enamorado
no consintió en vivir de cualquier modo,
y siguiendo su ser apasionado
hizo de amor un arte a su acomodo.
Con tal celo pulió, y con tanto esmero,
la lente de la luna, a arena fina,
como el tamíz con que en la vida criba 
su sentir de lo que es bueno y bello.
A aquel, que es gran Quijote en la aventura
de luchar contra un mundo de gigantes.
Para aquel, que magos y nigromantes
castigan, envidiosos, con inquina. 
Es su querer tan fiero, y tan contrario, 
que cuatro zetas tiene en su apellido;
de tal piedra del norte está tallado,
que aunque le cayó un rayo sigue vivo.
A aquel, paladín de lo diminuto,
que en vencer los designios de los hados,
se dejó el corazón de oro templado,
no hay mal que pueda herirle en lo absoluto. 
a  J. Zurutuza Zurutuza
 
         15
       DEJAME HACER
Dejame hacer juegos de malabares 
con la palabra amor entre las manos,
prestidigitador del sueño, ilusionista 
de besos y deseos, tu nigromante,
ser leviatán surcando en tu marea..
Dejame fabular, confabulado
contigo contra un mundo de allá penas,
ser profesor de nudos en tu aire,
minero en tu quimera, navegante
del aire acompasado de tus tardes,
agrimensor midiendo en tu parcela.
Dejame ser Jonas en tu cintura.
Dejame ser sombra de tu caverna.
Dejame ser contigo tan despacio
que no quede tiempo para perderte.
 
 
            16
    A TRANCAS Y BARRANCAS
Yo soy mediocre, lo creo sinceramente; 
alcanzo humilde rango de hombrecillo.
No soy listo, ni tonto; alto ni bajo;
no soy feo, ni hermoso;
a bueno o malo, regular
resulta para mí un buen adjetivo.
Destaco a veces si la suerte me ayuda,
otras me estrello y equivoco el camino.
Para algunas cosas estoy dotado,
para otras valgo menos que un comino.
Y sin embargo 
no lo puedo negar, soy narcisista,
me complazco en lo que hago,
en lo que escribo,
me gusto muchas veces a mí mismo
Otras,  en cambio, derrotista y deprimido,
me sumo compungido de mi aliño
de torpe pobrecillo inadaptado
al negro pozo donde cobarde anido.
Mas tengo una virtud, un fiero empeño,
que ni la edad ni el mundo desvirtúa, 
en ser lo que soñaba ser de niño;
de no ser muerto en vida, conformado
en un guión que otros me habían escrito.
A duras y a maduras me perdono,
y a trancas y barrancas sigo vivo.
           17
     EN LA NOCHE CERRADA
            En la noche cerrada, 
sobre la alta copa de aquel pino,
      de blancos inflamada, 
      la nube, en su camino, 
prende en la luna con brillo opalino, 
      Entonces se me antoja, 
que es nuestro amor lo que arde ceniciento.
      Me llena de congoja
      el necio pensamiento,
de ti y de mí, jirones en el viento. 
      ¿ Dónde nos lleva el viento?
¿dónde conduce con su flujo suave?
      ¿es su rumor lamento
      o aliento a nuestra nave?
eso, mi amor, sólo él viento lo sabe.
  
 
                18
   TÚ QUIERES Y NO QUIERES SER TÚ
Tú no existes, ni estas aquí
por azar y así de cualquier modo.
Eres un milagro de Dios, 
meta de estrellas,
un eterno desafío del destino,
un encuentro increíble de la vida.
Todo eso eres y más.
Eres tú misma.
Radiante, aun dolorida
por la cruel necesidad
de ser de ti testigo.
Humana condición:
el pensamiento,
arañando el azogue de lo que somos,
surcos del alma;
en carne viva 
se queda el sentimiento,
quien eres duele.
Tú quieres y no quieres ser tú.
Sangra tu alma cautiva en tu medida,
te estrellas en ti misma cada día
que pasas sin ser parte de Dios,
que quieres y no quieres ser tú,
que no adviertes tu ser de maravilla.
Que afuera llueva,
que sea este el año de la gran nevada,
que el frío congele las cañerías,
que un viento huracanado borre el mundo,
que el polvo ciegue las perspectivas;
no importa nada si sigues siendo tú.
Eres remedio a todo, sólo tienes
que ser y estar como eres:
ser tú misma.
 
        19
    TRANSFORMACIÓN
¿Donde estará quien fui?
¿ quien ahora soy 
donde estará mañana?
Todo es mudanza.
Todo llegó y paso 
del mismo modo
Nacer, vivir, morir,
todo es lo mismo,
un tópico tras otro 
encadenados
en ser sin son.
Cambiante
el mundo pasa
herida en el costado
pasa, pasa.
Pasa quien soy
pasa lo que amo,
pasa.
Pasan los días,
pasa la vida, pasa
papel mojado,
soplo de viento pasa.
Transformación,
nunca es lo mismo,
pasa
el río que me vio
cuando lloraba
¿donde estará?
Mareas en el alma
pasa el tiempo.
Aquel que soy
renace y muere cada día
Quien ahora soy
¿donde estará mañana?
 
 
      20
 BAILANDO AL SON
No me haces ni fu ni fa,
mi gata ya te lo he dicho,
que estar siempre en entre dicho,
no me hace ni fu ni fa.
Tu bailas con ese son,
hoy quiero y mañana vaya,
pero estar en entre dicho,
a mí no me dice nada.
A mí no me va ese ritmo,
mi gata  ya te lo he dicho,
estar siempre en entre dicho
no me hace ni fu ni fa
Por eso en esta canción
lo que siento yo te digo,
que estando sin tí y contigo
se me rompe el corazón.
No me hace ni fu, ni fa,
ni fu, ni fa me hace gata,
estar en el entredicho
a mí no dice nada.
 
         21
     TANTAS VECES PEQUÉ
Tantas veces pequé, tantas fui malo,
tantas veces de vuelta arrepentido
cargué la penitencia de mi culpa,
que tengo ya doblado el espinazo.
Tantas veces amé, tantas fui bueno,
tantas de amor tuve merecimiento,
y tantas por amor fui redimido, 
que, a pesares, aún me mantengo erguido.
 
                   22
      EL GRAN CELESTE
Título: “El Gran Celeste”
Autor: La providencia
Fecha: Todos los días del mundo
Horario:  Sesión continua.
Edad: Todos los públicos.
( Se abre el telón ) 
—Aquella un gato.
—Aquella una trompeta.
—Esa otra es un corazón destrozado.
—Aquella un barco-cama.
— Y aquella, ves, es el hombre del saco.
—No, eso es un diplodocus.
—Un elefante.
—Una nave nodriza.
—U n contrabajo.
—U n conejo.
—Una ardilla.
—U n sombrero de copa.
—Un cocodrilo
—Y esa eres tú.
—No, te equivocas, que eres tú
    ¿no lo ves, que parece un bicho raro? 
.....
El mundo sobre nuestra cabeza.
Arden frías las  praderas del aire.
Pasan las nubes o permanecen quietas,
ingrávidas,
mágicamente etéreas,
inmensos leves blancos suspendidos,
castillos en el aire,
siempre increíbles sobre el azul del cielo.
Montañas voluptuosas,
leves jirones,  sutil velo,
delicuescentes rebaños 
paciendo el éter del gran celeste, 
purpúreos duelos rasgados en oro
vistiendo de tragedia el fin del día,
mareas de sangre anunciando la noche,
o dejando escapar, divinos dedos,
rayos de luz que acarician el mundo.
Pasan las nubes
Jamás hubo teatro semejante,
no hay espectáculo que pueda compararse,
siempre el mismo cartel, y al mismo tiempo
a cada día más fascinante y distinto.
 
 
                 23
       MÁXIMO ENEMIGO
Con el traje de roca vestido,
o con plumas de ave engalanado,
trasiego por la vida en el cuidado,
de dar a lo que soy justo sentido.
Me miro en el espejo precavido
de que aquel que me observa al otro lado
sea distorsión,  reflejo equivocado,
tras del cual, el quien soy viva perdido.
Tal es mí andar torpe y controvertido,
en su querer querer, siempre lastrado
por quien siempre a mi lado va conmigo.
Que necedad, este absurdo sin sentido,
la sinrazón de tener, despiadado,
a mi otro yo, por máximo enemigo.
 
 

               24
        LLUVIA DE PRIMAVERA
Cayó por fin 
¡bendita seas lluvia de primavera! 
haciéndome dar gracias de estar vivo.
Que largos los inviernos cuando hiela,
que frío en el corazon;
se quedan ateridos los sentimientos,
casi muertos.
Que sorpresa el renacer 
de primavera.
¡Bendita seas 
lluvia de primavera! 
mójame el rostro,
empápame,
mójame todo.
Riégame el alma,
que la tengo marchita 
de tanta tristeza
que cayó en invierno.
Renáceme vivo
Quiero crecer,
volver a ser 
verde de primavera
erguido al sol;
crecer, crecer, 
crecer día tras día,
trepado al árbol de vivir
como la hiedra 
imposible.
Fecúndame
lluvia de primavera.
 
 
         25
       RENOVACIÓN
Aquella noche de San Juan,
según mandaba la costumbre,
ardían las cosas inservibles en la hoguera.
Y, otra vez solo, arrojé al fuego
lo más gastado y roto que tenía;
que seco estaba,
que fácilmente prendió en aquella lumbre,
mi tan viejo y cansado corazón. 
Fin
 
 


Este libro se compuso
y terminó de imprimir en los talleres
GRAFICAS FERNÁNDEZ
Enrique Velasco, 7 - Madrid
para el día 5 de agosto de 2007
y se tiraron 10 ejemplares
 
              ME DICEN
Me dicen que es antiguo mi verso,
No sé si por clásico o revenido,
Y es cierto, que mirando en su sentido,
Es mi otro viejo yo con quien converso.
En este mundo de hoy, quizá es perverso,
Este quehacer, ha tiempo ya perdido,
De hilar rimas de metro establecido,
En expresión propia del universo.
Cuanto vi, oí, y hube leído,
Vive y revive en mí como marea.
Lo que fue ayer, hoy es el transitivo.
Palabras son, sacadas del olvido,
Luchando por ser música e idea,
Que ilustren el pensar con el que vivo.
                                             Enero de 2008